martes, 27 de noviembre de 2007

¡Yupi!

¿Infantil? Sí, pero es que tengo motivos. Otra siesta estropeada pero por fín tengo casa. Con un particular, Dios bendiga los anuncios del Gente. Una buhardilla, tejado recién retejado, una habitación, cocina, salón y baño. Y lo mejor de todo ¡La puedo pagar! Soy feliz, he llorado, ni cuando Chanquete murió había llorado. Y luego hay otras ventajas, está a siete minutos de casa de mis padres (vive de tus padres hasta que puedas vivir de tus sobrinos). Estoy lo suficientemente cerca de del frigo de mami, de la plancha de mami y lo suficientemente alto como para que no les apetezca subir, porque no hay ascensor.
Ahora a ponerla en funcionamiento. Acepto voluntario.
Por cierto, si ya he encontrado casa, no sé con qué voy a torturar a mis fieles lectores.
Mientras se me ocurre qué escribir a partir de ahora, podéis entreteneros mirando cosillas: